sábado, 29 de diciembre de 2012

Un lance inolvidable

Después de un mes casi detrás de el, y después de a ver tenido a tiro machos mucho mejores, al final en una mañana enturbiada por la niebla, logre hacerme con un bonito macho montes que mi esfuerzo me costo.
Sobre las 7,30 de la mañana amaneciendo empecé el rececho, bordeando unas caídas de barranco, entre peños y cintos



A la media hora de rececho ya tenia un pequeño grupo de cabras entre las cuales andaba mi machete,
en una de las asomadas que hice a las caídas al barranco, el macho estaba de mi a unos 40 mts y de lado, perfecto para intentar tirarle, a donde estaba,la aproximacion era mas que difícil y dudosa, los animales no me habían visto y tenia todo el tiempo del mundo para tranquilizarme y realizar un buen tiro.












Con todo el equipo listo, nada de aire y una calma absoluta, y recordando los entrenamientos realizados en tiros largo con una inclinación mayor, la medí con telémetro, 38 mts decidí tirarle con el pin de 40 rozando el codillo.
Abrí el arco, ancle perfectamente, metí el visor en el peep, el pin en el animal y sin pensarlo solté, la flecha salio volando perfecta, desde mi posición la veía rotar como una elice de un barco directa  al sitio deseado pero un poco alta, la punta le pego justo debajo de la columna, cual fue mi sorpresa cuando la vi desplomarse en el sitio, no se entero ni el rebaño de lo que estaba pasando, las hembras lo miraban asombradas.
Mas fue mi asombro cuando el animal tardo ni un minuto en morir, lo había conseguido, después de casi un mes detrás de el, de casi romperme una pierna en una jornada posterios y de muchas horas de sueño y kilómetros, lo había conseguido.
No es un medalla, no es la cabra mas grande que he matado en mi vida, pero el lance, el momento, las circunstancias y sobre todo el rececho, han hecho que este bonito macho montes vaya a formar parte de mi vida.




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