domingo, 20 de mayo de 2012

Jorge y su Muflon

Bueno, después de llegar al coto y dejar todos los cebaderos listos, me dispuse a echar un rato a los muflones. Lo intente la última vez sin éxito ya que cuando llegue al lugar, al mismo tiempo estaban llegando ellos y me vieron,perdiéndose por el monte.
Llegué al lugar donde me aconsejó Pumuky que me colocara, ya que es sitio de paso, hay agua y comida. Me puse a ras del suelo, bien camuflado con mi mono scentlock, todo cubierto menos el dedo índice y los ojos. He estrenado una braga y gorro de licra muy ajustada que noto el botón boca a la perfección. Entretenido con los arrendajos, que muchos no me percibían (buena señal) y con alguna rapaz, fue pasando el rato.
Sin haber escuchado nada, veo delante de mi, a unos 40 metros, dos cuernos entre la vegetación, inmobiles. Los vuelvo a mirar para ver que no eran mis ganas de verlos, y veo como se desplazan por detrás de la vegetación. Tenía las distancias memorizadas del lugar, previa medición con el telémetro. El animal salió al claro, muy de frente para tirarle cómodo. Me miro en un par de ocasiones, pero no le levanté sospecha, y al pasar detrás de una mata abrí el arco, volvió a aparecer, se agacho para comer... y solté la flecha, a unos 30 metros, con una punta swhacker de 100 grains y 1,75" de corte. El impacto fue algo complicado, demasiado delantero, sonando a hueso. Salió corriendo después de dar un bote y me levante para verlo... a los 30 metros se paro, doblo de delante y aguanto en esa posición unos segundos, después doblo entero y ahí se quedo, y yo con el corazón en la boca.
La cabeza del jabalí que tenemos en el local ya no se sentirá sola...



















Por Jorge Gallardo

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