domingo, 20 de mayo de 2012

Una noche para recordar

Fue una noche como muchas otras, nos pusimos a la espera sobre la 20,30 de la la tarde, hacia una buena noche y la verdad es que se estaba super agusto.
Ivan se coloco en el puesto de las colmenas y yo en del cojo, dejamos el coche entre medias de los dos puestos y decidimos aguantar hasta las 2.
La noche fue pasando y yo estuve muy entretenido con los muflones y algún que otro ciervo, sobre las 22 h me entro un jabalí al cebadero, le costo entrar venia callado y soplando, cuando decidió comer lo deje un par de minutos y le di un toque de luz, la aguantaba bien , le tense el arco lo apunte, le encendí y flassss!!!!
Nada mas tirar ya sabia que lo fallaría, son esos tiros que dices,...para que has soltado Manuel, podías haberlo cuadrado mejor!!! pero bueno la caza es así.
Después fueron pasando las horas y nada no escuche nada mas, sobre la 1,30 h decidí bajarme hacia el coche, de camino Ivan me mando un mensaje y me dijo, "espera un poco que me están entrando".
A los 15 minutos de mandarme este mensaje me manda otro y me dice," vente que he tirado", perfecto pues allá que voy.
Nada mas llegar al cebadero fue la risa, me quedo mirando el suelo desde la ventanilla del coche y veo tres flechas, dos clavadas en el suelo y otra tumbada llena de sangre, esa ultima era la del gorrino las otras dos habían sido un par de zorras falladas!!!
Recojo las flechas mientras Ivan bajaba del árbol,y la que llevaba sangre olia mucho a tripa y orín.
Se ve que el tiro había sido un poco trasero, saco al guss del coche (mi teckel) y se va directo al cebadero, no lo traillo y el animal se mete como una flecha en el monte, a los 5 minutos mientras Ivan me comentaba los lances, a lo lejos escuchamos los ladridos del perro, "estaba vivo" mi perro no suele ladrar a muerto, cosa que a vivo si.
Ivan cogió su arco y yo un par de linternas y el cuchillo, nos guiábamos por los ladridos del perro, en un par de veces se ve que el jabalí le ataco , por la forma de ladrar, la carita de Ivan, sus nervios y los mios, la adrenalina y todas esas cosas, se juntaron y la verdad que fue la ostia.
Cuando llegamos a unos 20 mts del perro, después de haber recorrido mas de 200 mts siguiendo el rastro de sangre, que la verdad que soltaba bastante, vimos al jabalí de pie, reculado contra una chaparra y el perro a 2 mts de el bailándole en los morros.
Yo todo nerviosos por si se iba y achuchando a Ivan y su gran paciencia (perdoname amigo por si te metí caña, pero te queda mucho que aprender) apage las luces y le dije a Ivan que se preparara y le tirara otra vez.
Así se hizo, mientras yo le alumbraba con la linterna al guarro ,Ivan le soltó otro flechazo de muerte, directo a los pulmones.
Otra estampida y el perro como loco detrás de el y labrándole como queriéndonos decir "yeeee que se vaaaa".
No se fue mucho, el segundo tiro acabo con la poca vida que le quedaba, que fuerte vaya nochecita, llegábamos a las 4 a la casa, felicitaciones a Ivan por su gran trabajo y a mi perro por tener unos cojon...tremendos.




 

1 comentario:

  1. Bonito relato amigo,se me ponen los pelos de punta de recordarlo!!!!
    Saludos

    Ivan Eady

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